Los chips siempre han
sido asociados a aparatos electrónicos, sobre todo a ordenadores y
teléfonos. Pero vivimos en un mundo de avance constante y este tipo
de términos se remodelan abriéndose paso entre otras ramas;
hablamos de la medicina.
No hace mucho os hablamos
de Neil Harbisson, un artista capaz de “oír” los colores
gracias a un implante cerebral. Los implantes
cerebrales, también llamados neuroprótesis, se
usan normalmente para recuperar el oído y la vista, pero la
tecnología avanza tan rápido como imprevisiblemente y se divisan
infinitas aplicaciones que nos convertirán en súper-humanos.
Hoy día, miles
de pacientes de Parkinson usan neuroprótesis para
disminuir los síntomas de la enfermedad, que a veces llegan incluso
a desaparecer.
Te permiten oír
Más de 300.000 personas
usan lo que se llaman implantes cocleares. Estos aparatos ayudan a
personas con ciertos tipos de sordera a oír mejor reemplazando las
partes que “no funcionan”.
Lo que hacen es
capturar el sonido con un micrófono y estimular al nervio
auditivocomo si fuera un oído externo. No es igual que el
de serie, pero ha ayudado a personas como esta a escuchar su risa por
primera vez.
Restauran la vista
Este aparato contiene 60
electrodos que ejercen de prótesis retinal. Una pequeña
vídeo cámara y una unidad de proceso y codificación transfieren
inalámbricamente los datos a los electrodos de la retina.
Aunque aún anda en
desarrollo, ayudará a miles de personas que padecen retinitis
pigmentosa, una enfermedad que degenera la visión con el tiempo.
Recupera la memoria y
mejora tu estado de ánimo
El año pasado, Estados
Unidos anunciaba un par de proyectos de gran importancia en la
medicina.
El primero de ellos,
llamado RAM, consistía en un dispositivo implantable que ayudará
a soldados con lesiones cerebrales a recuperar su memoria.
El segundo, el proyecto
SUBNETS, consiste en el uso de neuroprótesis para disminuir
los efectos de la depresión y el dolor, enfermedades que
afectan cada día a más personas y que en 2030 sufrirán más de el
doble que las actuales.
Pero, ¿qué nos depara
el futuro?
Además de
restaurar capacidades perdidas, las neuroprótesis también son
capaces de mejorar otras. Puede que los estudios dejen
de ser un problema y que no necesitemos alumbrado público, ya que
podrás ver sin luz.
Esto me recuerda a cuando
en Matrix, Neo aprende artes marciales en cuestión de minutos, el
tiempo que tardó su cerebro en reconocer los datos que le eran
implantados. ¿Quién sabe si esto puede pasar?
Mejores en matemáticas y
en orientación
Investigaciones recientes demuestran que las personas son capaces de aprender matemáticas más rápidamente al ser estimuladas mediante electrodos internos. Igualmente,podemos aumentar nuestra inteligencia espacial, altamente asociada a las matemáticas, de manera que podamos orientarnos mejor.
A mi, que aún me pierdo
en la universidad, me vendría genial.
Controla robots
mentalmente
Vale, supongo que suena
futurista, pero así es. Mediante complejos algoritmos que
transforman nuestros pensamientos en órdenes digitales, podremos
controlar robots con solo pensarlo.
Ya en 2011, una mujer con
parálisis conseguía que un brazo robot le acercara una botella para
que pudiera beber. Todo mediante un sensor que leía su actividad
neuronal y le decía qué debía hacer.
Mejorando nuestros
sentidos
Todos los implantes
médicos que hemos mencionado pueden convertirse en implantes que nos
mejoren. Hoy día ayudan a una persona a que vuelva a ver, pero en el
futuro, es posible que nos aporten visión nocturna,
zoom, etc.
Tenemos que comprender
que nuestro cerebro es como un enorme circuito
eléctrico que aún no se ha descifrado. Conociéndolo,
podremos saber qué se puede mejorar y qué no (si es que hay algo),
pero lo que está claro es que este futuro no está tan lejos.
Fuente: Omicrono
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