COMO ACTUAR PARTE 3
Qué hacer
Si por algún casual encontramos material sospechoso (en un
sitio web, en un archivo descargado a través de una red p2p, etc.), hay que
informar a las autoridades. Siempre. Existen canales para ello y se puede
realizar de forma anónima. Los más recomendables por ser más directos son los
de la Policía Nacional y la Guardia Civil. En estos se emite un certificado que
demuestra que se ha informado de que se ha realizado una notificación.
Puede alertarse a través de las redes sociales, aunque
siempre a través de un mensaje directo o privado.
Se puede interponer una denuncia en la comisaría o cuartel,
especialmente si se ha visto directamente perjudicado.
Por último, existen otros cauces para realizar denuncias
anónimas a través de asociaciones dedicadas a la protección de los menores en
Internet. La más importante es Protégeles, que facilita una manera
sencilla y anónima de notificar sitios web cuyo contenidos no adecuados, entre
ellos la pornografía infantil.
Qué no hacer (jamás)
Investigar por cuenta de cada uno. Nunca se debe hacer. Para
eso están los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. El intercambio y la
tenencia de este tipo de material es delito.
Redistribuir el material sospechoso, ni siquiera entre
familiares o amigos. Olvídese de reenviarlo por Whatsapp, SMS o cualquier
servicio de mensajería.
Colgarlo en el muro de Facebook, Tuenti o cualquier red
social, aunque sea para criticarlo. Eso ayuda a su difusión y puede ser delito.
'Retuitear' el material, incluso el enlace que apunta al
sitio donde puede estar alojado una imagen o vídeo de carácter sexual con
menores
Tetris para desconectar
Los agentes que trabajan en casos de pornografía infantil
'online' tienen la responsabilidad de documentar sus investigaciones. Revisan
miles de fotografías y vídeos explícitos, gigas y gigas de información sobre de
abusos a menores. Algunos sufren el que llaman 'efecto flashback': la cabeza se
inunda del recurso de terribles imágenes en momentos de relax. ¿Cómo se
enfrenta uno a eso?
Sorprendentemente, no existe preparación o asistencia
psicológica a los miembros de la Policía Nacional y de la Guardia Civil que se
dedican a estas tareas. Carolina Martín, inspectora de la Policía Nacional en
la BIT y dedicada a la protección de menores, comenta cómo al principio es muy
duro ver esas imágenes, pero a medida que pasa el tiempo uno deja de fijarse en
lo que está pasando para obtener una imagen global, en buscar detalles que
lleven a la identificación del responsable del material.
Ella confiesa que sufre a veces ese 'efecto flashback'. Lo
combate con videojuegos, uno de los métodos recomendados en reuniones internacionales
de policías que luchan contra el porno infantil. "Recomiendan juegos como
el Tetris, con muchos colores, movimientos, que sean rápidos, para eliminar ese
recuerdo", comenta. "Yo jugaba al Crash Bandicoot, y como va
superrápido sólo pensaba en eso".
"En esta unidad tiene preferencia la gente que tiene
conocimientos técnicos o informáticos, y para trabajar en esta sección
-dedicada a los menores y que trabaja directamente contra la pornografía
infantil- sólo hay que querer trabajar aquí, o sea, que no hay ningún tipo de
preparación psicológica", afirma Martín.
En la Guardia Civil apuntan que la atención psicológica se
brinda sobre todo a las víctimas, pero no para los componentes del Grupo de
Delitos Telemáticos. Sin embargo, también tienen sus técnicas para evitar
'volverse locos' con el material incautado, siempre sumamente desagradable y a
menudo de una violencia extrema. "Lo que sí tratamos de hacer es que
cuando el personal de una sección ha estado implicado en una investigación
relativa a la lucha contra la pornografía infantil, la siguiente operación
tratamos que sea de otra tipología delictiva, como fraudes o estafas, para que
se 'oxigenen' un poco", comenta el comandante De la Cruz. "Si no,
todo el día investigando lo mismo pueden generar daños psicológicos",
reconoce.
Fuente: El mundo
No hay comentarios:
Publicar un comentario