Primero dejaron de subvencionar teléfonos móviles y
ahora parecen dispuestos a cobrar Internet móvil al peso. Con la llegada a
España de las conexiones de cuarta generación (4G), los operadores de telefonía
estudian abandonar el modelo actual, por el cual se reduce la velocidad cuando
el usuario supera el límite de megas de su bono de datos, y cobrar por cada
«mega» de más consumido.
Las justificaciones del sector, según las fuentes
consultadas por ABC, son varias. Una, no provocar una sensación de frustración
en cuanto a la velocidad de navegación en aquellos usuarios que han optado por
contratar una conexión ultrarrápida. Otra, evitar una saturación de las nuevas
redes. Y la más importante, rentabilizar la inversión realizada en estas
nuevas redes, que los teleoperadores ya han empezado a desplegar y a
comercializar.
La oferta de Vodafone, el primer operador en ofrecer este
servicio, desde la semana pasada, continúa por ahora el modelo que impera en el
3G. Tras exceder el volumen de «megas» contratados, la velocidad de conexión se
reduce a un máximo de 64 Kbps, aunque da la opción al cliente de mantener la
máxima velocidad contratando un bono con «megas» extra; y sólo ofrece la
conexión 4G sin coste adicional alguno a sus clientes «premium», es decir,
aquellos con tarifas más altas, mientras que para el resto supone un coste
mensual de nueve euros. En todo caso, el consejero delegado de la filial
española del operador británico, Antonio Coimbra, avanzó durante la
presentación del nuevo servicio que en todo caso las tarifas se irán ajustando
al mercado.
Algunos operadores, sobre todo los móviles virtuales
(omv) o de bajo coste, ya cobran actualmente 0,03 céntimo por cada mega que
se consumo sobre el máximo contratado en el caso de las conexiones 3G. Eso sí,
la mayoría de los clientes, aseguran desde el sector, no sobrepasan el volumen
de datos suscrito.
Dado el incipiente estado de despliegue del servicio los
operadores todavía no han decidido nada al respecto sobre esas tarifas, pero
todos admiten que es una cuestión que en el seno de las compañías se está debatiendo:
que el usuario tenga que elegir entre pagar por los megas de más o ver
interrumpido su servicio de internet móvil una vez supere el límite.
Estamos tanteando el terreno porque no está claro cuál va a
ser el patrón de uso de los clientes, pero si hay un crecimiento
exponencial posiblemente habrá que limitar las tarifas, apuntan desde otra de
las compañías que ya han anunciado sus planes respecto al 4G. Será el
comportamiento del cliente, el uso, lo que marque si se limitan o no, añaden.
Fuente: Abc.
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